miércoles, 1 de julio de 2009
EL DERECHO A NO MORIR
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó una histórica resolución vinculada con la vida y la salud de las mujeres: por primera vez definió que las altas tasas de mortalidad materna son un problema de derechos humanos. La Argentina copatrocinó la declaración. El último registro oficial indica que en el país fallecieron por causas vinculadas con el embarazo, el parto y el puerperio 4,4 mujeres cada 10 mil nacidos vivos, un registro casi tres veces mayor que el de Chile. Una de cada cuatro muertes ocurrió por complicaciones de abortos inseguros: ésta sigue siendo la principal causa de muerte materna desde hace más de veinte años.
“La resolución es muy importante, porque siempre se ha argumentado que el problema de la mortalidad materna es de salud pública. El Consejo de Derechos Humanos va más allá y advierte que es un problema social, que atañe a la sociedad toda, y que no eliminar las muertes maternas, la mayoría de las cuales son prevenibles, es una violación de los derechos humanos. Entonces, una política de derechos humanos debe abordar esta tragedia evitable. Por falta de un abordaje adecuado, lo que debería ser un evento casi fisiológico, como es el embarazo y el parto, termina siendo para muchas mujeres fatal”, analizó en diálogo con Página/12 la médica e investigadora del Conicet y del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes), Mariana Romero.
A través de la resolución del Consejo de Derechos Humanos, los gobiernos reconocen que la eliminación de la mortalidad y morbilidad maternas requieren la promoción y protección efectivas de los derechos humanos de las mujeres y las niñas, incluidos su derecho a la vida, a ser iguales en dignidad, a la educación, a tener libertad de buscar, recibir e impartir información, a gozar de los beneficios del avance científico, a vivir libres de discriminació n y a gozar del más alto nivel posible de salud física y mental, incluida la salud sexual y reproductiva.
Ximena Andión Ibáñez, directora de Advocacy Internacional del Centro por los Derechos Reproductivos, una ONG con sede en Nueva York, explicó a este diario que la resolución fue adoptada por consenso, es decir, no tuvo que ser votada. “La Argentina copatrocinó la resolución, lo cual es muy importante, ya que significa que el país apoyó el texto desde su negociación y que está plenamente de acuerdo con el compromiso”, indicó Andion, una de las más activas promotoras de la resolución.
“La Argentina debe no sólo copatrocinar esta resolución sino que más importante aún es respetarla y hacer lo necesario para que rija para todas las mujeres y niñas en el país. Porque la principal causa de muerte materna en el país son las debidas a complicaciones del aborto. Y esto se debe a que no se asegura lo que el Código Penal contempla: el acceso de mujeres y niñas con riesgo de vida o violadas a la interrupción del embarazo en servicios públicos de salud. El gobierno nacional y los provinciales deberán ahora cumplir esta resolución”, consideró la epidemióloga Mabel Bianco, directora de la Fundación Estudios e Investigación de la Mujer (FEIM).
En la resolución, los gobiernos expresan una seria preocupación por las “inaceptablemente” altas tasas de mortalidad y morbilidad maternas. La Organización Mundial de la Salud calcula que más de 1500 mujeres y niñas mueren todos los días en el mundo como resultado de complicaciones prevenibles que aparecen antes, durante y después del embarazo y el parto. Se trata de la principal causa de muerte a nivel mundial entre mujeres y niñas en edad reproductiva.
A través de la resolución, los gobiernos se comprometieron a aumentar sus esfuerzos a nivel nacional e internacional para proteger las vidas de las mujeres y niñas en todo el mundo.
La resolución pone énfasis en que un enfoque basado en los derechos humanos hace que los esfuerzos contra la mortalidad y morbilidad maternas sean más efectivos y sostenibles. El documento encarga la elaboración de un estudio, a ser realizado por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, con el objeto de examinar las dimensiones de esta problemática.
“A partir de esta resolución se abre una nueva oportunidad para poner el tema de la morbilidad y mortalidad materna en la agenda pública de la Argentina”, señaló a Página/12 Zulma Ortiz, especialista en salud de la oficina local de Unicef.
La amplia mayoría de las muertes maternas es evitable. La paradoja que se da en torno de este problema es que se conoce claramente desde el punto de vista sanitario todo lo que se puede hacer para reducirla.
La resolución del Consejo de Derechos Humanos pide a los Estados que “redoblen sus esfuerzos para lograr el cumplimiento pleno y efectivo” de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), en particular aquellos relativos “al mejoramiento de la salud materna”.
fuente: http://www.pagina12 .com.ar/diario/ sociedad/ 3-127251- 2009-06-26. html